La orca (Orcinus orca) es la especie de mayor tamaño clasificada dentro de la familia Delphinidae, la cual está integrada por diecisiete géneros. Es la única especie viviente clasificada dentro del género Orcinus. Este término, “Orcinus” fue asignado por el zoólogo austriaco Leopold Fitzinger en 1860. Proviene del latín, significa «perteneciente al orco» y se usa para referirse a los demonios del inframundo. Esta acepción nos da una idea de la sensación que le provocó al zoólogo la visión de uno de estos ejemplares.
La especie presenta un marcado dimorfismo sexual, diferenciándose claramente los machos de las hembras por su mayor longitud y peso. Hasta 9 metros y 5.568 Kg. los machos frente a los a 7,7 m de largo y 3 810 kg de peso de las hembras.
La principal seña de identidad de las orcas, además de su pigmentación bicolor es una aleta dorsal muy larga que llega a medir hasta 1,8 m en los machos. La coloración se distribuye de manera particular y cada individuo presenta una distribución única del color que permite diferenciarlo de los demás.
La especie presenta un marcado dimorfismo sexual, diferenciándose claramente los machos de las hembras por su mayor longitud y peso. Hasta 9 metros y 5.568 Kg. los machos frente a los a 7,7 m de largo y 3 810 kg de peso de las hembras.
La principal seña de identidad de las orcas, además de su pigmentación bicolor es una aleta dorsal muy larga que llega a medir hasta 1,8 m en los machos. La coloración se distribuye de manera particular y cada individuo presenta una distribución única del color que permite diferenciarlo de los demás.
Las hembras alcanzan la madurez sexual entre los 10 y 15 años aproximadamente, y entre crías dejan intervalos de entre 3 y 10 años. La gestación de una orca dura 17 meses.
La esperanza de vida de las orcas en libertad aumenta con la edad. La mortalidad es alta durante los primeros seis meses de vida, con un porcentaje de muerte del 37 al 50%. Para los animales que alcanzan los seis meses se incrementa hasta cincuenta o sesenta años para las hembras y veintinueve años para los machos. Una vez superan los quince años de edad, la esperanza de vida asciende a sesenta y tres años para las hembras y treinta y seis para los machos. La edad máxima alcanzada por ambos géneros oscila entre ochenta y noventa años en las hembras y cincuenta a sesenta años en los machos. En cautividad no suelen cumplir los 25.
Es el cetáceo más veloz pero no se sumerge muy profundo. Usualmente avanza a una velocidad de 5 a 10 km/h pero puede alcanzar velocidades de 40 km/h. En la mayoría de su área de distribución, los desplazamientos de los grupos se relacionan con los movimientos de sus presas; las orcas pueden cubrir entre 125 y 200 km por día mientras cazan.
Se calcula que una orca necesita comer un 4% de su peso al día. Si tenemos en cuenta que estos datos han sido recogidos de individuos en cautividad podemos deducir que el porcentaje aumenta cuando hablamos de orcas en libertad ya que deben recorrer mayores distancias para poder cubrir sus necesidades nutricionales.
La especie posee el segundo cerebro más grande entre los cetáceos después del cachalote. Junto con los delfines utilizan un 10% más de capacidad cerebral que el ser humano.
Tiene un sistema de ecolocación excepcionalmente sofisticado; un “sonar integrado” con el que es capaz de detectar la ubicación y características de las presas y otros objetos de su ambiente por medio de la emisión de sonidos y posterior recepción e interpretación de los ecos.
La esperanza de vida de las orcas en libertad aumenta con la edad. La mortalidad es alta durante los primeros seis meses de vida, con un porcentaje de muerte del 37 al 50%. Para los animales que alcanzan los seis meses se incrementa hasta cincuenta o sesenta años para las hembras y veintinueve años para los machos. Una vez superan los quince años de edad, la esperanza de vida asciende a sesenta y tres años para las hembras y treinta y seis para los machos. La edad máxima alcanzada por ambos géneros oscila entre ochenta y noventa años en las hembras y cincuenta a sesenta años en los machos. En cautividad no suelen cumplir los 25.
Es el cetáceo más veloz pero no se sumerge muy profundo. Usualmente avanza a una velocidad de 5 a 10 km/h pero puede alcanzar velocidades de 40 km/h. En la mayoría de su área de distribución, los desplazamientos de los grupos se relacionan con los movimientos de sus presas; las orcas pueden cubrir entre 125 y 200 km por día mientras cazan.
Se calcula que una orca necesita comer un 4% de su peso al día. Si tenemos en cuenta que estos datos han sido recogidos de individuos en cautividad podemos deducir que el porcentaje aumenta cuando hablamos de orcas en libertad ya que deben recorrer mayores distancias para poder cubrir sus necesidades nutricionales.
La especie posee el segundo cerebro más grande entre los cetáceos después del cachalote. Junto con los delfines utilizan un 10% más de capacidad cerebral que el ser humano.
Tiene un sistema de ecolocación excepcionalmente sofisticado; un “sonar integrado” con el que es capaz de detectar la ubicación y características de las presas y otros objetos de su ambiente por medio de la emisión de sonidos y posterior recepción e interpretación de los ecos.
Los individuos de la especie forman estructuras sociales complejas y se organizan en grupos matrilineales (descendencia definida por la línea materna); para facilitar la socialización utilizan un método de comunicación sofisticado .El repertorio vocal de los diferentes grupos de orcas estudiadas está compuesto de un número específico y repetitivo de llamados discretos, a los cuales se les denomina dialectos. Los dialectos son complejos y estables durante el tiempo, y son únicos para cada grupo en particular. Cada individuo probablemente lo aprenda por medio del contacto con su madre y otros miembros del grupo. Posiblemente, los dialectos constituyan una forma de mantener la cohesión e identidad dentro del grupo y se cree que las similitudes entre ellos reflejan el grado de afinidad entre las manadas. Por eso los dialectos de un grupo de orcas de la costa del pacifico norte no tiene nada en común con el que utiliza otro grupo de orcas en el Ártico.
La especie se encuentra en todos los océanos y en la mayoría de los mares del mundo. Tiene la distribución más amplia entre los cetáceos; habita con mayor frecuencia las aguas costeras en un rango de ochocientos kilómetros y las aguas frías a latitudes altas en ambos hemisferios. En las regiones costeras ocupa principalmente bahías de baja profundidad, estuarios y desembocaduras de los ríos.
La especie se encuentra en todos los océanos y en la mayoría de los mares del mundo. Tiene la distribución más amplia entre los cetáceos; habita con mayor frecuencia las aguas costeras en un rango de ochocientos kilómetros y las aguas frías a latitudes altas en ambos hemisferios. En las regiones costeras ocupa principalmente bahías de baja profundidad, estuarios y desembocaduras de los ríos.
Esto solo demuestra una vez más la ignorancia y la prepotencia del ser humano por intentar dominar la naturaleza y querer enjaular lo salvaje.
Entre los años 1976 y 1988, fueron puestos en cautiverio cincuenta y nueve animales de los cuales ocho se liberaron, tres murieron y cuarenta y ocho fueron vendidos a diferentes acuarios del mundo. Las capturas disminuyeron sustancialmente en la década de 1990, y para 1999 cerca del 40% de los animales en exhibición habían nacido en cautiverio.
El caso más cercano para nosotros es Morgan, la orca confinada en el Loro Parque de Tenerife. Esta orca fue capturada en 2010 en Noruega con un permiso de rescate y compromiso de su posterior puesta en libertad. Después de 4 años y numerosas excusas para no liberarla de nuevo sigue deleitando a los numerosos turistas que visitan la isla y engrosando las arcas del propietario del parque, el cónsul de Tailandia Wolfgang Kiessling.
Este parque también tiene en su historia la muerte de un entrenador por una de sus orcas. En 2009 la orca Keto provocó la muerte a su entrenador Alexis Martínez. Ningún medio de comunicación trató la noticia en profundidad. Los largos hilos del poder manejan a su antojo.
Al igual que Tilikum, Morgan también muestra un comportamiento inducido por el estrés, incluyendo el roer los bordes de su tanque, flotar durante horas inmóvil o repetir continuamente el mismo circuito dentro del tanque. Las agresiones hacia los humanos y entre las orcas son prácticamente inexistentes en la naturaleza, pero el estrés constante de vivir en grupos socialmente incompatibles dentro de tanques diminutos hace que se estresen y desarrollen comportamientos agresivos, presentando un peligro tanto para las otras ballenas como para los empleados que las entrenan.